Cuerpos momificados son parte de este lugar que lo convierte en un atractivo turístico durante la fiestas de Día de Muertos.
El Pueblo Mágico de Huamantla vive el “Día de Muertos” de forma especial con sus tradicionales festejos y arte efímero, pero también existe un lugar que contiene cuerpos momificados que en esta temporada se convierte en un atractivo turístico.
Desde hace más de 200 años se encuentran 35 momias en la Iglesia de El Calvario, ubicada en el centro de la ciudad, con tumbas que datan desde 1806.
Fue en la administración de 1989 a 1991, del entonces presidente municipal, José Hernández Castillo, donde se descubrieron estas momias; en ese entonces un grupo especializado del Instituto Politécnico Nacional (IPN), realizó los estudios pertinentes en este hallazgo.
Al realizar dichos estudios, se dieron cuenta que no todos los cuerpos estaban completos, algunos solo contaban con extremidades como el torso, cabeza, manos y piernas; sin embargo, quedaron asombrados por el estado en el que se encontraron estos cuerpos.
Los especialistas llegaron a la conclusión que, debido a la composición de la tierra que se encuentra en ese lugar, el tipo de clima y la humedad de Huamantla, habían ayudado a conservar en buen estado dichos cuerpos, por lo que tendrían la apariencia de las conocidas “momias”.
El Calvario es una iglesia que tiene la particularidad de poseer criptas elevadas, adheridas a muros que propiciaron la desecación de los cadáveres por evaporación del agua de sus tejidos, lo que hizo imposible el desarrollo de los gérmenes, deteniendo así, el proceso natural de descomposición.
Este templo fue antes una fosa común durante las guerras que se tuvieron en la región, por lo que con el paso del tiempo algunos cuerpos fueron desapareciendo. Más adelante, los habitantes lograron reconocer distintivos que hacían particulares algunos cuerpos de otros, como los trajes, el bordado de sus iniciales incrustados en la ropa, entre otros.
Algunas de las momias fueron generales, tenientes y coroneles, que participaron durante la Independencia de México en 1810, en la Intervención francesa de 1862, y en la Revolución Mexicana en 1910.
Rutilio Espinoza Caloca, es una leyenda de las momias que se encuentran en este espacio, fue un revolucionario que fue colgado afuera del panteón de El Calvario un jueves santo, y fue retirado un domingo de resurreción.